Niños y televisión= niños pasivos?
En estudios se ha revelado que un niño que mira televisión más de 2 horas diarias, le dedica menos tiempo a las actividades creativas, quiere decir que se le otorga menos tiempo a desarrollar un sentido de eficacia creativa individual que solo se la obtiene a través de la interacción social y con el juego.
El niño que no interactua socialmente y no se desarrolla en las diferentes áreas de forma natural, no tendrá la capacidad de adquirir las habilidades sociales sumamente básicas e importantes para estructurar una personalidad con factores fortalecidos, entre ellos la creatividad que incentiva la actividad e involucramiento de la persona a la vida cotidiana y a sus diferentes etapas.
Un niño pasivo y sin creatividad será en el futuro una persona inestable e indecisa por no tener las capacidades necesarias para desarrollar el análisis y la resolución de conflictos.
Un niño cuando ve mucha televisión es propenso a la fatiga, tensión nerviosa, trastornos del sueño como insomnio y pesadillas, producto del contenido percibido.
A temprana edad no existe la capacidad de discernir entre la realidad y la ficción, lo bueno y lo malo, por eso es lógico que afecte todo lo que esté en el entorno por lo tanto es preferible controlar o disminuir en este caso la exposición de la televisión en la vida del niño.
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