Vivir sin autocondenarse a tener que ser aprobado

Antes de autocondenarse, se debe cuestionar ¿Me iría mejor si estuvieran de acuerdo conmigo?, su contestación será no ya que lo que piensen los demás no debe tener efectos; se debe fragmentar el lazo que conecta lo que los demás piensan, dicen y hacen, con los pensamientos y valoración propia, esto eliminará el dolor que se provoca cuando se relaciona los sentimientos de otra persona con los propios.
Existirán personas poco comprensibles a la nueva actitud, pero no se debe vivir arraigado por el juicio de otros, todos son diferentes y no pensarán y reaccionarán de igual forma.
Se debe confiar en uno mismo, valorar ante todo primero, el pensamiento y actuar propio.