El Perdonar - II Parte

El no perdonar es una expresión de odio y resentimiento, tener estos sentimientos interrumpe el libre flujo de la vida, quita la libertad y enferma; al perdonar se libera del pasado y se puede proyectar en un futuro en el que se basa el amor y no el temor.
Perdonar es sublime porque no sólo permite seguir viviendo normalmente con otros sino que también hace posible reanudar los vínculos perdidos, recuperar el equilibrio y recobrar la paz y la tranquilidad; esta acción no exige poner la otra mejilla y exponerse al dolor de otra ofensa, tampoco obliga a ser amigos de quienes han traicionado, perdonar quiere decir que hay que aprender de las experiencias pero no olvidar ya que se puede caer en el mismo error dos veces.
Pero para poder seguir en el transcurso del perdón, es necesario recurrir al Psicólogo Clínico, el cual dará las pautas a seguir y ayudará a asimilar cada paso del proceso guiando hasta la resolución final con mayor rapidez y eficacia que si se lo intenta por si solo.